sábado, 25 de febrero de 2012

EN BUSCA DE LA VERDAD

                El ritmo vertiginoso de esta estresante década agravia cualquier ápice de sosiego en la rutina diaria. Los que, de una u otra forma, somos partícipes activos de la necesidad de contar andamos desprovistos, muchas veces, del reposo que requiere el trato exacto, impoluto y analítico de la información para transmitir simplemente la realidad. Constatar lo que pasa sin alardes subjetivos que envilezcan la información en pro de la “marca” que nos tiene atrapados bajo la percepción mensual de un sueldo.
             Cada vez es más difícil la tarea de observar con mirada diáfana cuanto acontece. El sustento económico necesario para sobrevivir en este mundo devorador ataca al eje del periodista en su más virgen esencia, la de describir la realidad, que no, escribir la “realidad” que ven o muestran medios, empresas o instituciones.
             La subjetividad, que durante décadas parecía terreno prohibido, se ensalza en la actualidad de forma desorbitada. Los extremismos, ese balanceo en el que se mueve la sociedad, hacen imposible la pausa en la gama de grises en las que deberíamos encontrar acomodo todos y, muy especialmente, los profesionales del periodismo.
          Ahora casi resulta irrisorio el radicalismo tan exhibido en el periodismo deportivo, decantarse por tal o cual equipo es superfluo en comparación con el fundamentalismo que exponen la mayoría de las empresas de comunicación en esta coyuntura d cambio social.
                Personalmente, me niego a asumir que lo básico no sea lo esencial. Prefiero seguir ingenua y considerar que existe  la libertad humana para exponer, expresar y sentir bajo los principios  siempre del respeto pero con la necesidad de no ser manipulada en lo primordial. Si hasta la iglesia considera que “la verdad nos hará libres” (Juan 8.32) por qué no existe el ansia por alcanzarla, por qué falta la codicia para pretenderla, por qué…no se lucha por ella?

martes, 7 de febrero de 2012

¿HE DE PEDIR PERDÓN POR NO SER DEL CD MIRANDÉS?

                 Tal vez estas letras sean desfasadas al instante de entrar en este rincón, tal vez, después de varias semanas inactiva, no sea éste el argumento más atractivo para el lector pero, en momentos de cierto reposo y después de escuchar monólogos desaforados con frases tan desaforadas como demagógicas quiero exponer que yo no voy con el Mirandés en la semifinal de la Copa del Rey que juega ante el Athletic de Bilbao.
                 No es que los rojiblancos sean mis colores pero ante las críticas en “petit comité” por mi exposición lejos de amedrentarme me ha envalentonado a exponer, aunque brevemente mi parecer.
             El sentimiento es libre y me enorgullece tener entre mis valores puede que una excesiva irracionalidad y emotividad ; pero que un equipo haya ofrecido una sobresaliente competición y sea meritorio y plausible su actuación y el merecido aplauso no ha de exacerbar el chauvinismo del victimismo que tanto acampa entre determinados foros mediáticos deportivos y no tanto.
           Mi elogio a un equipo que, en una coyuntura futbolística bipolar no sólo se ha “colado” sino que ha ofrecido una impecable imagen. El Mirandés ha recuperado muchos principios del fútbol  más pionero, ha ensalzado el romanticismo de un deporte envilecido por el mercantilismo, ha dejado noches excelsas para el espectáculo futbolístico pero ser faro de loas en territorio árido habría de cerrarse tras la ovación.
          Buenos amigos han intentado disuadirme de mi pensamiento pero, tal vez por ese desprecio a la libre voluntad de asentar la emoción donde a cada uno le plazca me siento ahora aquí para gritar mi  “hoy no voy con el Mirandés”......  A pesar de mi “bravo al Mirandés”  

Seguidores