viernes, 30 de noviembre de 2012

CUANDO EL INFIERNO SE CONVIERTE EN UN ESTADO SOCIAL


        Hay días que necesitas que acaben, porque por momentos sientes que va a ser el día el que acabe contigo. Son esas jornadas en las que el mundo parece sacudido irracionalmente, son momentos en los que transitar por la vida supone un ejercicio de supervivencia emocional, son esas horas que pasan dejando posos que hieren el corazón por siempre.
       En una coyuntura en la que el mundo occidental que nos acoge parece realmente empeñado en envilecer nuestro paso por este mundo, todo resultaría más complaciente y llevadero si aquellos que han decidido que los ciudadanos o individuos nos convirtamos en simples peones a quienes dirigir, dispusieran de unos niveles en su vademécum de mínimos en conceptos como la ética, la humanidad, la honestidad o la moral.

lunes, 26 de noviembre de 2012

EL WHATSAPP O EL TRIUNFO DE LA SOLEDAD


        Si algo caracteriza (para envilecer) la sociedad de estos primeros compases del siglo XXI es la globalización de la soledad. Ya no estamos en la era del universalismo de la información, (logro conseguido en los coletazos del siglo XX), hoy en este 2012 el efecto que más une a los pueblos es la soledad en la que se han asentado sus individuos (por cierto, acertado vocablo en este punto).
           Es precisamente esa soledad generalizada la que ha generado el éxito del WhatshApp.  Según el catedrático de psicología Enrique Echeburúa, esta forma de comunicación no sólo crea adicción por su uso compulsivo sino que se está convirtiendo en una “herramienta de control”. Uno y otro “peligro” radica en la posibilidad de establecer contacto permanente entre el receptor y el emisor en esta nueva forma gratuita de comunicación.

domingo, 18 de noviembre de 2012

YO NO DIRÉ ADIÓS A MILIKI


               No resulta fácil crecer. No resulta fácil abandonar la ternura, la fantasía y la verdad con que se transita por la infancia. El inexorable paso del tiempo hace irreversible la pérdida de la inocencia, tal vez la época más breve de la vida pero sin duda la más intensa. Si es cierto que en la edad universitaria se asientan los principios que marcarán la vida adulta, en la infancia se anidan los valores que forjarán la personalidad. Por eso, es en esos pocos años que tan sólo suponen poco más de una docena, cuando los ídolos adquieren una sobredimensión que no sólo deja huella en el corazón sino que también dejan rastro en la identidad.
           En pleno siglo XXI la infancia se forja entre internet, PlayStation, videoconsolas o princesas que, lejos de ser tiernas y dulces son heroínas capaces de la lucha y de cargar incluso con arco y flecha.
           Sin embargo, para los que crecimos en los 70, esa pasión furibunda que representa la tecnología en la era actual era aplacada por personajes que encumbraban la simpleza y trivialidad para que pudiéramos vivir en virginidad mental.
        En ese mundo habitaban los “payasos de la tele”, en ese momento los niños sólo abrazábamos ideales de fácil alcance, tal vez porque las luchas más feroces eran las que protagonizaban nuestros padres y abuelos intentando abrir nuestro futuro a un tiempo de libertad.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¡¡¡¡¡LA IMAGEN!!!!


             He de reconocer mi fascinación por las elecciones en EEUU. Siempre he considerado que es el típico evento que te permite innumerables lecturas mediáticas y sociológicas, un análisis simplemente somero te permite retratar resquicios del fenómeno Goebbels, sumum de la propaganda política. Al menos así lo hemos considerado y estudiado en mi generación preparada mucho antes que su último biógrafo, Peter Longerich, hubiera escrito sobre el “sobredimensionado poder propagandístico” del ministro nazi.
             Sea o no certera la capacidad de Goebbels para publicitar hechos políticos, sí es cierto que los inicios del siglo XX abrieron una capacidad de estrategia de manipulación que, aún rediseñada y adaptada al siglo XXI, la proliferación de las redes sociales o la globalización de la comunicación, continúa extremadamente vigente, es más, ha disparado su potencial.
              Es por ello que las elecciones en los EEUU cautiva a cual sociólogo que se preste. Las perspectivas de análisis son tan amplias que permiten activar estrategias de ciencias tan diferentes pero con sinergias tan próximas y definidas como la sociología, psicología, cc de la comunicación, publicidad, imagen, política… Informativamente el atractivo que sugiere este evento cada cuatro años es todavía incomparable a cualquier otro acto que pueda definirse en democracia.

sábado, 3 de noviembre de 2012

SI TÚ ME DICES VEN....

                Existe una costumbre psicológicamente estudiada que consiste en recoger  y/o recopilar frases. Un libro, una película, una canción, un retazo de vida te ofrece una ventana en la que identificar un sentimiento, una coyuntura, un momento, un presente, un recuerdo, un anhelo, un sueño….A veces sucede ese pellizco emocional y entonces esa expresión o frase te sacude el estado anímico. Lo determina hasta generar una corriente que abre una abanico que puede originar al mismo tiempo entusiasmo, quebranto, morriña o paraíso.
                 Reconozco que esta “¿extraña?” costumbre me acompaña y, por eso,  me sorprendió comprobar recientemente que se trata de una ”manía” bastante extinguida.  Son de esas sinceridades que sólo surgen en conversación en coyunturas determinadas y que casi siempre, se convierten en revelaciones inconscientes. Tal vez  por esa razón, me sorprendió en grado superlativo comprobar que incluso existen páginas web creadas para este menester.
            Al parecer  hay personas  que periódicamente publican esas recopilaciones. Pues bien, hoy me ha apetecido publicar “mis frases”, o mejor, las maravillosas frases que tan acertadamente expone Albert Espinosa en su libro “Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven”. Excelentes invitaciones para reflexionar, acunar sentimientos y vivir emociones.

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