miércoles, 8 de mayo de 2013

"LUCHAMOS PARA PERDER EL MIEDO AL CÁNCER"

       No hay dolor más desgarrador que la impotencia que inunda al ser humano ante la enfermedad. Y si existe una enfermedad capaz de hacer desfallecer por su letal condena, esa es el cáncer. Puede que sean las seis letras más condenatorias para la sociedad civilizada, por eso resulta enormemente acertada la campaña que la Asociación Española contra el Cáncer utiliza este año en la jornada dedicada a  la Cuestación que se celebra en el día de hoy: “luchamos para perder el miedo al cáncer”.


       Miedo, pavor, desasosiego, pánico, terror, angustia, todo eso vive el paciente al conocer la presencia de esta enfermedad en su cuerpo. Por que el cáncer no es solo desgarrador físicamente, no únicamente merma la salud, esta terrible enfermedad origina un desaliento psicológico que, muchas veces, es la peor condena para el enfermo; pero también para su entorno más próximo.

       La rabia es el primer gran sentimiento que invade a quien ha sentido esta enfermedad desde la cercanía. Esa inicial ira pasa a convertirse en desconcierto. Te inunda la necesidad de descubrir motivo o razón por el que el cáncer ha anidado en tu propio cuerpo o en el de la persona querida.

       Pero no, la enfermedad perturba pero no selecciona dónde aparecer. El cáncer no se previene, se puede atajar su efecto destructor en el organismo pero es imperceptible el porcentaje de efectividad en las tareas de prevención. Solo por eso, sería miserable no ofrecer todo el apoyo a la investigación y al tratamiento de esta enfermedad por parte de cualquier gobierno.

        En España, más de millón y medio de personas sufren esta enfermedad y cada año se diagnostican más de 200.000 nuevos casos.

       Pero aun con toda esa perspectiva, como la Asociación Contra el Cáncer nos ha querido mostrar este año, hemos de “luchar para perder el miedo”, porque la medicina continua su innegable evolución y cada vez tenemos más perspectivas de esperanza.

      Y la fortaleza moral es básica para afrontar la recuperación, el no desfallecer es primordial y la confianza en el ser humano y su naturaleza ha de ayudarnos y ha de ayudar a enfermos, familiares y todos los que con excelente voluntad segura colaboran en la medida de sus posibilidades en la jornada de hoy de cuestación contra el cáncer.

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