jueves, 29 de agosto de 2013

ATENTOS AL PRIMER CD DE UN TALENTOSO ARTISTA: ALEJANDRO RAMOS


         “El talento, por sí solo, no lleva a ninguna parte. O si se prefiere, puede conquistar éxitos a corto plazo, pero no es determinante y nunca garantiza continuidad. Sirve de poco poseerlo sin una minuciosa experiencia vocacional. El talento nada más nos abre las puertas. El camino solo lo conoce la vocación”. 

       Esta reflexión del editor Josep Forment referida a los “vicios” de nuevos autores, es totalmente extensible a cualquier oficio o profesión.

       Aquel que dispone de un talento innato, muchas veces, cae en el defecto de la soberbia, o el egocentrismo. Son aquellos que se acomodan con las cualidades naturales poseídas y se les olvida aquello de aprender y aprehender. Esos, incluso  los acompañados por la diosa fortuna, tienden a disponer de triunfos efímeros que se desvanecen arrollando el talento al precipicio.

 
       Sin embargo, hay muchas personalidades que pulen de forma constante sus capacidades. Son personajes que trabajan de forma constante y que, lejos de vivir a la espera de triunfo, viven y laboran en busca casi como único reto, del éxito personal. Ése que supone disfrutar de las aptitudes innatas para crecer en personalidad.
 
      Esa diosa fortuna me ha llevado a conocer un artista que no solo lo es por su talento, sino por su concepto personal del arte, siempre marcado por su empeño por aprender. Esa laboriosidad lo ha conducido a adquirir, a pesar de su juventud, una asombrosa madurez en esa disciplina artística que es la música.
 
       Alejandro Ramos, con un matiz de voz que encandila, un magnetismo atrayente y un concepto de la música que abarca desde la estética al ritmo y desde  la armonía hasta la instrumentación, ha convertido de su talento su vocación y de ésta su profesión. Con la mirada siempre centrada en un continuo aprendizaje.


          “No vale con que te guste una cosa, tienes que entregarte en cuerpo y alma para poder sentirte satisfecho. Y solo si tú estás satisfecho podrás mostrar tu trabajo a los demás”. Así es Alejandro Ramos. Su autoexigencia es casi tan grande como su ilusión. Una ilusión que recibirá el próximo otoño su primer gran fruto con la salida al mercado de su primer CD en formato físico.

       Tras años de incansable trabajo, editar un disco solo es una experiencia más porque será la sociedad y sus gustos la que determine el nivel de éxito que puede obtener Alejandro, no obstante, la sutileza como cualidad, la constancia como motor y la profesionalidad en su quehacer prevé una perspectiva exitosa, porque el éxito será haber conseguido hacer partícipe de su talento a todo la sociedad.

 

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