martes, 17 de junio de 2014

A VECES SUCEDE...

     A veces sucede. A veces llega de repente una carta, un mensaje, una llamada, un gesto, una persona, una imagen, un abrazo, un detalle...y entonces, aunque tú no lo sepas, todo cambia.
 
     A veces ese inesperado momento te engancha a la vida, te aparta del ayer, borra el pasado y  te subes a la ola que todo lo arrastra, que a ti te arrastra, para alejarte de lo vivido, para acercarte al mañana, para impregnarte de ilusión, sueños y esperanza, para creer en la utopía, para disfrutar con el hoy, para encontrar razones, para VIVIR.
 
     Y es entonces cuando te sobran los motivos, descubres que la vida, a veces, es borde, pero casi siempre maravillosa. 
 
     Y tomas el timón, aunque la fuerza del viraje te descoloca unos instantes, pero encuentras fuerzas, cesa el mareo y te ubicas en un nuevo espacio donde cierras el paso al dolor. La nostalgia, la morriña, la melancolía siguen envolviendo el alma pero no son desgarradores, el mar los ha situado en el cobijo donde encuentran acomodo en paz.
 
     A veces sucede, a veces tras una estancia entre tinieblas de repente amanece y descubres que el cielo es azul, el sol radiante y la luna blanca.
 

viernes, 6 de junio de 2014

SOLO UN POCO DE LO SENTIDO EN #PRECIADOASCENSO

    El LevanteUD hace algunas cosas mal, otras regular y las hay que hace MUY BIEN. Una de esas geniales ideas fue querer rememorar en la tarde de ayer el primer ascenso en color de la entidad a la máxima categoría del fútbol nacional, el ascenso de la temporada 2003/04 a Primera División.
 
    Reunir a 17 jugadores de aquella plantilla de 23 después de una década no habrá resultado tarea sencilla, pero el resultado, las emociones vividas y el homenaje real, sincero y verdadero al capitán de aquel barco, Manolo Preciado, brilló espléndido. ¡¡Enhorabuena!!
 
     Las emociones son difíciles de plasmar, los sentimientos se sienten pero no se aciertan a describir y fue mucho lo sentido y vivido en la jornada de ayer. Yo lo hice con alguna de la gente con quien comparto en las venas el amor granota, no lo hicimos juntos hace 10 años porque ellos (mis hermanos) lo vivieron desde Xerez. Ayer lo rememoramos juntos, sus recuerdos en tierra jerezana y mis recuerdos en la playa de las Arenas, donde un montaje de RTVV hizo posible la visión del partido en pantalla gigante, aunque jamás perdonaré que mis jefes entonces me privaran de la posibilidad de compartir esta gesta junto a ellos en tierra andaluza, a pesar que me ofreció la posibilidad de poder vivirlo emocionada junto a mis padres, en mi barrio y entre mi gente. 
 
     Aquí como allí, ayer como hace diez años, fueron inevitables las lágrimas y ayer como hace diez años, fue emocionante compartir sentimientos junto a "hermanos granotas" no de sangre pero sí de sentimiento, nombraré a Emilio Nadal y, con su permiso, voy a parar en Miguel Ángel Vara, el LevanteUD y nuestros respectivos inicios profesionales nos unieron para viajar cubriendo la información granota de lo que era más que un equipo de fútbol para nosotros por toda la geografía nacional en campos de 2ªB allá por la década de los 90 del ya siglo pasado. Memorables nuestros recuerdos compartidos en Ontinyent, Alcoi, Andorra, Terrassa... Ayer volvimos a revivirlos y a él gracias por convertir mis primeros momentos periodísticos y aprender a batir profesionalidad y sentimiento a una entidad que, con permiso del FC Barcelona, para muchos es mucho más que un club de fútbol, en uno de los pasajes más dorados de mi personal libro de vivencias. Gracias Miguel Ángel por todo lo compartido...
 
   Muchos de nosotros (los aficionados) y aquella plantilla merecía ese homenaje, como también nuestro "Eterno Preciado", así lo vivimos y así te lo quiero contar hoy Manolo:
 
 
Querido Manolo,
    Seguro que disfrutaste como un enano en el día de ayer; aunque te imagino muy enfadado con la parca por haberte venido a buscar hace hoy precisamente dos años, y no haberte permitido reír en la tarde-noche de ayer con tus chavales, repartir esos abrazos que tu regalabas por doquier, dar alguna colleja, soltar dos carcajadas o lanzar alguna de esas frases que expresadas por ti se convertían en titulares míticos e inigualables.

    Pero estoy convencida que también habrás alzado tu grave y personal tono de voz, habrás fruncido el ceño e incluso lanzado algún gesto de desaprobación  al haber visto como saltaban muchas lágrimas al revivir las imágenes eternas del ascenso del LevanteUD en Xerez de aquella tarde de sábado del año 2004. A pesar de que tú siempre insistías que eras un sensiblón llorón.
    El club levantinista, muy acertadamente, decidió hace unos meses que la gesta que tú encabezaste merecía ser recordada de forma grandiosa, porque ningún ascenso, ningún triunfo granota ha vuelto a ser igual que aquel vivido en el estadio de Chapín hace ahora diez años. Ése que tu lideraste con el carisma que solo dispone la gente machadianamente buena, esa entre la que tú siempre serás un adalid, un icono, un ejemplo…
 

    La entidad planeó ese acto especial, lo trabajó y lo convirtió en realidad. Por eso ayer muchos de tus “monstruos” se reunieron en el Oceanográfico de Valencia para revivir un momento histórico en la vida del Levante UD, un hito en sus trayectorias profesionales, pero sobretodo, y como apuntó el hoy presidente de la entidad, Quico Catalán, argumento en el que coincido plenamente, volvieron a estar juntos por ti. En sus corazones como en sus vidas todavía se anida el entusiasmo que tú les inculcaste, la ilusión que tú les transmitiste, la fuerza que les inyectaste, pero principalmente volvieron a estar juntos para intentar mostrar solo un poco del inmenso amor que te profesan y que por su enorme peso no has podido llevarte por completo.

Porque era mucho Manolo, es muchísimo.
 
    Tu hijo Manu, emocionadísimo, percibió mucho de ese calor que solo el afecto más puro puede ofrecer, el de tus “chavales”, tan grande y eterno como el que los aficionados levantinistas te ofreceremos siempre.

    Porque tú y tus “monstruos” nos permitisteis vivir en primera persona y en color, la emoción que nuestros abuelos nos describían con la narración de viejas historias vividas en Vallejo en blanco y negro.
 
    Por eso es inevitable que generaciones granotas  veneremos por siempre a quien abrió la puerta de la modernidad a nuestro equipo y nuestro club, quien nos permitió ofrecer a nuestros mayores el regalo de revivir un ascenso, quien nos ayudó a homenajear nuestras raíces, nuestro ayer, idolatrar nuestro presente pero sobretodo, nos regaló una  posición privilegiada en una atalaya desde la que divisar una perspectiva que, si posteriormente ha sido deleitosa, es porque el germen que la gestó disponía de esa nobleza que tu irradiabas y que en este rincón bañado por el Mediterráneo sembraste.
    Manolo, mientras lata un corazón en granota vivirás en azul y grana. Tú nos guiaste para transformar “el yunque de la adversidad” en “un futuro por conquistar”,  y a él nos abrazamos jornadas como ayer o como hoy, orgullosos de poder contar a las nuevas generaciones de levantinistas las gestas de un equipo que acogía a varios dandis, algunos guerreros, muchos trabajadores pero donde se reunieron sobretodo buenos tipos como ayer volvieron a demostrar.

    Esa será la razón por la que,  el “Preciado Ascenso” del Levante UD en 2004 será por siempre  y para siempre la gesta de quien nunca dejará de ser “Eterno Preciado” en el corazón granota.

(Articulo publicado en www.Hortanoticias.es )
 

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