martes, 7 de octubre de 2014

A MI GENTE MARAVILLOSA


      Hay gente mala, miserable, sin entrañas. Hay personas materialistas, egoístas, deshonestas, cínicas. Seres que son incapaces de sentir, de querer, entregar, gente que incluso es capaz de poner precio a los sentimientos.
     Pero el mundo sigue rodando desde tiempos ancestrales porque también hay gente increíble, solidaria, sensible, protectora, entrañable, honrada. Sí, también hay gente buena, machadianamente buena, que hace fácil lo difícil, que entrega, ofrece, da y regala vida, luz, amor.
      La vida te permite topetarte con todo tipo de personas, a veces encuentras demonios, pero también te choca y, suele ser inesperadamente, con ángeles.
      La posibilidad de abrazarte a unas u otras es una capacidad que todos debiéramos poseer. Descubrir dónde se esconde un demonio y donde existe un ser sin sombras debería ser una habilidad humana y no un factor que solo se adquiere con el tiempo, la madurez, la experiencia.

     Siempre las peores decepciones son las humanas y siempre, por tiempo que pase y mundo que se desarrolle, el hombre se equivoca alguna vez. O varias.
     Pero el paso del tiempo, siempre inexorable, te ayuda a conocer y hasta a elegir. E incluso a veces hasta te permite ser feliz a pesar de y sin embargo.

     Porque la vida sigue siendo un regalo y en el mundo también hay gente maravillosa.

         Y a veces, tener la oportunidad de rodearte de ella es un premio. Por eso, y porque a veces parece que el mundo es solo de los miserables, este artículo esto hoy va para mi gente...ellos saben quienes son,  los que se han querido quedar aquí, a pesar de...y sin embargo, porque solo ellos son maravillosos e imprescindibles.
                               

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