jueves, 6 de noviembre de 2014

UN POCO DE MIS MICROCUENTOS

     Parecen pocos pero pueden ser muchos. En total, son 140 caracteres  la medida de los mensajes en twitter, solo un puñado de pocas palabras. Sin embargo, son tantas las iniciativas que, aún siendo en algunos casos perjudicial para el buen uso del lenguaje la escasez de espacio, en otras ocasiones, ofrecen a la palabra el valor que tiene la capacidad de juntar letras con exquisitez.

     Iniciativas como la de hastags de microcuentos se han convertido en una de mis rutinas y en uno de los factores más gratificantes en el momento de compartir momentos con extraños usuarios a los que te puede unir un rato de desinhibición, un puntual interés o una determinada coyuntura.

     Para ellos, a mis seguidores de MICROCUENTOS aquí una recopilación de algunos de ellos:

MICROCUENTOS:

Cerró y sintió un pellizco. No habría más mañanas. Hoy los puntos suspensivos de otros mensajes los cambió por un punto final.
Compartieron casa y vida, sueños, ilusiones y amor, pero solo tras su ausencia, descubrió que nunca logró disfrutar de él con él.
Lo repitió hasta la saciedad pero se equivocó tantas veces q cuando quiso aprender, había perdido el hábito de acertar en las dudas.
Quiso alzarse de puntillas para alcanzar lo deseado y al levantar la mirada entendió que lo lograría si se atrevía a intentarlo.
Lo fue todo para él, le dio todo a él, sintió todo con y por él. O tal vez no. Cómo descubrir dónde fue el amor. ¿Fue eso amor?
Envolvió de amistad su lealtad tras serle infiel alguna vez, pero nada evitó que su corazón fabricara amor y ternura a cada encuentro.
 
Lo intentó tantas veces q nunca imaginó ni soñó, sólo trabajó para conseguirlo y fue en aquel preciso instante cuando lo logró.
Y pasa el tiempo y la herida sigue sangrando, la ausencia duele y el silencio ensordece porque  jamás la lluvia borra "ayeres”.
Esperó su llamada, confió en su palabra, creyó sus gestos, respetó sus silencios, sólo cuando la vio marchar se sintió abandonado.
Siempre odió la mentira, nunca engañó. Pero aquel día no sabía cómo podría soportar el dolor de la verdad y mintió. Le mintió.
Tenía vértigo a los números, su  mayor valor era dotar de sentido a la palabra eso q encontró cuando la silenciaron.
Sangraba la herida, dolía el silencio, el tiempo pasaba pero el olvido no llegaba, seguía soñándolo y continuaba sintiéndolo.
Nunca le dijo lo que sentía, jamás verbalizó sus emociones. Se le olvidó que algún mañana para todo eso sería tarde...
Quiso visitar el pasado, miró fotos buscando recuerdos, esperando sentir las mismas emociones pero solo encontró silencio.
Hace tiempo decidió marchar, intentó dialogar, guardó silencio y sorprendentemente el adiós llegó cuando el viento parecía ya calmado.
Tenia al alcance su meta, conseguircar su sueño y PARO. Sintió que el éxito fue la ilusión por hacer el sendero.
Miró alrededor y vio como su utopía se.convertía en un reto común. Había soñado tanto e imaginado tantísimo que ahora sólo podía sentir.

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