domingo, 30 de abril de 2017

¡¡¡VIVA EL FÚTBOL!!!

¿Cómo se plasma en palabras la emoción desbordada?, ¿Cómo se reflejan con letras los pellizcos en el corazón?

No, el fútbol no es el deporte más completo; no es el mejor ejemplo de valores; no está singularizado por su honestidad; no dispone de la dignidad ni ética de otros deportes; pero, lo siento, en estos momentos, todavía con el corazón desbocado, la emoción contenida y alguna lágrima deslizando sobre la mejilla, no puedo más que decir que ¡¡¡VIVA EL FÚTBOL!!!

Hoy, no puedo (ni quiero) recordar los factores que envilecen una ilusión, una pasión, un sentimiento…, porque hoy, 29 de abril de 2017, solo (y todo) ESO es lo único que siento al escribir la palabra FÚTBOL tras vivir el ascenso a Primera División del Levante UD en mi campo que es mi casa y junto a mi gente.

En esta tarde de nervios, ilusión, angustia y júbilo final, el Levante UD ha rubricado un ascenso histórico, porque como historia  quedará reflejada en los libros una temporada futbolística repleta de récords estadísticos. Los analistas escribirán sobre un equipo, un cuerpo técnico, una secretaria técnica y los gestores de un club que ha logrado eso tan difícil de volver a Primera al año siguiente de vivir el infierno de un descenso.

Sin embargo, para servidora, éste, el cuarto ascenso en el s. XXI del Levante UD a la élite del futbol nacional, será para siempre MI ASCENSO.


La suerte de poder desempeñar durante dos décadas mi profesión de periodista en la siempre añorada Ràdio 9, me había regalado vivir aquel ascenso de Xerés de 2004 (Ay, Manolo Preciado, imposible borrar del corazón tu recuerdo esta noche, porque Manolo, ¡contigo empezó todo!) desde la pecera de la emisora autonómica. Con mis hermanos en la ciudad andaluza y mis padres ante el televisor, disfrutaba como profesional, pero como aficionada sentía el vacío que solo te llena el abrazo de tus seres más queridos en momentos de dicha.

El destino quiso que el ascenso de  2006 sí viviera la vuelta a la élite del Levante UD en el lugar de los hechos, en Lleida. Tenía cerca a mis hermanos, pero otra vez estaba trabajando y debía intentar conjugar emoción y profesionalidad ante la autoexigencia que considero lleva implícita el ejercicio digno del periodismo.

lunes, 17 de abril de 2017

FINAL A LA SEMANA SANTA MARINERA 2017, UN CAPITULO QUE NO SERÁ SOLO UN AÑO MÁS

       Se acabó. C’est fini. Un año más la Semana Santa Marinera con el menguar de la primera luna de primavera llega a su fin. Pero, en ocasiones, hay años que cerrar un capítulo cuesta más. Hay años donde los aconteceres ocupan mayores lugares en los titulares históricos que retratan el sentimiento, tradición y singularidad del viejo Poble Nou del Mar.

En el capítulo de la Historia de la Semana Santa Marinera de VALÈNCIA (sí, de Valencia con orígenes que algunos ubican en el siglo XV, otros en el XVIII con la fundación de la Cofradía de la Concordia, pero de la que existen documentos magníficos del s. XIX como el retrato que en FLOR DE MAYO realiza el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez con la dedicación de un capítulo entero a esta celebración en la mencionada novela),  2017 no será un año más. Como tampoco, personalmente podré recordar esta fecha sin sentir pellizcos en el corazón.

El año 2017 se abrió con la “intencionada” polémica tras la elección como Pregonero del Concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València por el partido Compromís, Pere Fuset.  La campaña “manipulativa”  se encargó de generar un caudal de críticas por la elección por parte de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera del Concejal. Se esgrimían comentarios sin conocer su espiritualidad, su capacidad intelectual, su generosidad y su incesante pasión por las fiestas populares de la ciudad e incluso de todo el territorio valenciano.

La primera acusación a la elección del concejal como pregonero esgrimía el fútil siguiente argumento: “Un político que representa la izquierda y la laicidad del Estado no puede pregonar una fiesta religiosa”. Pobres de espíritu, diría ese Jesucristo que parece propiedad solo de unos pocos.  

Sin embargo, en un primer momento la crítica se extendió y caló en parte de la sociedad del Marítimo, en los políticos oportunistas y lo que es mucho peor, entre personajes y personajillos que JAMÁS han tenido el mínimo interés por acercarse a una sociedad  que lleva más de dos décadas de lucha por mantener precisamente sus costumbres y tradiciones VIVAS.

 ¡Ay, malditas redes sociales!

A todos ellos se les olvidó que uno de los pregones de más grato recuerdo entre los semanasanteros del Marítimo en la época reciente fue el ofrecido por la primera alcaldesa de la ciudad de València (sí, la 1ª, Rita Barberá fue alcaldesa de la ciudad más de 2 décadas, pero NO fue la 1ªmujer alcaldesa de la tercera capital de España) la socialista Clementina Ródenas en 1990.

Otros maléficos comentarios apelaban al rechazo de Fuset como pregonero por su condición de “político”. Estos “activistas” (algunos ignorantes del sentir semana santero) no repasaron la historia reciente para comprobar que predecesores en el cargo de concejal de Fiestas (Cultura Festiva con Pere Fuset) en el Ayuntamiento de Valencia como Francisco Lledó (2012) o Félix Crespo (2005), ya pregonaron la Semana Santa Marinera. Además de hacerlo el hoy Eurodiputado del PP, Esteban González Pons en 2009 y el mismísimo expresidente de la Generalitat Francisco Camps en 2002.

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