miércoles, 24 de mayo de 2017

D.E.P. El periódico EL PAIS

      En ocasiones, mirar atrás supone un ejercicio importante de reflexión para recuperar las esencias, recordar cómo fueron las raíces y analizar el presente, con los cambios inefablemente originados en coyuntura y entorno.

Hace unos meses me perdí varias horas en la exposición itinerante que, con motivo de la celebración de sus 40 años de vida realizó EL PAÍS en Valencia. Pasear por cuatro décadas de historia de un periódico que te ha acompañado día a día en tu formación personal representa una posibilidad de mirar atrás para analizar las imágenes, los momentos y los titulares que, sin duda, han marcado nuestra propia historia. Es un intento de buscar en nuestro propio desván interior éste o aquel momento, aquella historia, ese instante vivido, aquellas emociones sentidas…

Personalmente, con solo unos pocos años más que EL PAÍS, el paseo por la exposición de su 40 Aniversario representó bucear en muchos de esos momentos que han marcado inevitablemente parte del argumento de mi propio libro de vivencias.

Una de las razones por las que me sedujo el mundo del periodismo fue por la lectura de EL PAÍS cuando apenas sabía juntar letras.  Y como suele ocurrir a temprana edad, todo comenzó por curiosidad.

Mi padre, trabajador de Unión Naval de Levante S.L (esa misma empresa que ocupa una de las portadas más dolorosas personalmente del periódico) utilizaba la hora del almuerzo para leer la prensa, EL PAÍS era el periódico que compraba antes de iniciar su jornada laboral. En ese almuerzo, eran varios los compañeros que se reunían apenas unos minutos para compartir un mismo ejemplar del diario.

Entre aquellos compañeros había uno, del que no recuerdo ahora el nombre, pero que utilizaba las páginas de EL PAÍS como nosotros utilizamos ahora twitter. Es decir, para vomitar enfados, lanzar ironías, contestar aquel titular, pero principalmente para abrir diálogos imaginarios (o sería más conveniente hablar de ¿monólogos?) con los que desahogar impotencia ante este titular, aquel lead o desbordar su rabia ante aquella noticia o imagen.

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